Ante una situación más que conflictiva que atraviesan las Provincias Unidas del Río de la Plata, con luchas encarnizadas, combates parte de una guerra entre hermanos, con Unitarios hacia el interior y Federales de Rosas hacia Buenos Aires, asume Rudecindo Alvarado, pero no logrará estabilizar la situación.

Será derrocado por Facundo Quiroga, gobernador de La Rioja, a lo cual Alvarado huye exiliado a Bolivia, donde vivirá por casi dos décadas, finalizando prematuramente así su mandato, dejando el cargo a una suceción de interinatos donde aparece primero, el 19 de noviembre de este 1831, Alejandro Heredia Acosta.

Luego vendrán Francisco de Gurruchaga a los dos días el 22 de Noviembre, más tarde estará 4 días en la gobernación Pablo de la Torre Ruiz, para dejar su lugar el 6 de diciembre al último de los gobernadores interinos, José de Güemes, hermano menor del General Martin Miguel de Güemes, llegando a asumir el cargo luego del triunfo de Quiroga frente a Lamadrid en "La Ciudadela".
Se tuvo que exiliar a Bolivia luego de ser derrotado en Los Cerrillos por Pablo de la Torre Ruiz, dejandole el mando el 8 de Febrero de 1832.