En el Congreso Mundial de Trabajadores llevado a cabo en 1889 se acordó instituir el 1° de mayo como día de ratificación de sus derechos. Tiempo después nació un organismo mundial con el objeto de velar por las franquicias y deberes emanados del trabajo. Este fue el origen de la Oficina Internacional del Trabajo (O.I.T), que tiene su sede en Ginebra, Suiza. A lo largo del siglo XX se consolidaron las conquistas laborales.