El general Martín Miguel de Güemes es reelecto Gobernador por el Cabildo y esto se avisa sin demoras al Director Supremo. Se dedicó constantemente a ocuparse de los intentos de invasiones realistas desde el norte, llegando del Alto Perú que recrudecieron para esta época.

En lo estrictamente a su función de gobernar realizó reformas sobre la ocupación de las tierras pero las mismas fueron en contra de los intereses de los terratenientes locales, como por ejemplo retirarles los subsidios y financiación que poseían para poder costear y le guerra con los Realistas, lo cual obviamente le valió ponérse a la alta sociedad local en su contra también.

A todo esto para 1820 se vio enfrentado con distintos alzamientos y revueltas al sur, entre Tucumán y Catamarca, confluyendo todo esto en una receta que lo mantenía sumamente ocupado en todos los flancos, entonces Güemes dejó como sustituto a José Francisco Ignacio de Gorriti para dirigirse al sur y es aquí donde aparece en escena Bernabé Araoz, gobernador de Tucumán, que conjuntamente con los terratenientes que ya no querían a Güemes en el poder, aprovechan la campaña que el general mantiene contra Araoz al sur de Salta, en el límite con Tucumán, e invaden Salta encabezados por el General Olañeta, que serían repelidos por Gorriti el 29 de Abril.