Se dicta en la provincia de Santa Fe una reforma a la Constitución de 66 artículos que se había conformado en 1856.
Las modificaciones más sobresalientes apuntaban a una mayor precisión en los derechos individuales, así como también la elección de la cámara legislativa en proporción a la cantidad de habitantes y que un colegio de electores, a su vez elegidos popularmente, serían los que nombren al gobernador a modo de elecciones cerradas.