Ubicada al oeste de la provincia de Río Negro, tuvo su primer asentamiento en lo que se conoció como el Fortín Confluencia, que luego de su desaparición a raiz de que un indendio terminara con todo, paso a llamarse Fortín Primera División allá por el año 1881, con Lorenzo Vintter al frente. Luego de consolidarse como posición estratégica del sur, y tras sucesivos enfrentamientos con los nativos de dichos puntos cardinales, como la batalla de enero de 1882, sería hacia 1886 que el General Manuel Fernandez Oro le compra al Estado Nacional poco más de 40 mil hectáreas sobre la márgen izquierda del Río Neuquén, donde se fueron asentando, luego llegaría a la región el Ferrocarril del Sud y más tarde debido a tratarse de zonas potencialmente anegadizas por los cursos de agua del territorio, y la múltiple crecida que tuvo lugar de los ríos Limay y Río Negro y el mismísimo Neuquén, es que llega el Ingeniero italiano César Cipolletti, y tras vastos estudios y trabajos, años más tarde el General Fernandez Oro, ordena comenzar el loteo, un 3 de octubre de 1903, dándose el nombre de Colonia Lucinda al poblado, en honor a la esposa del general, que luego tomaría recién hacia 1942 el nombre de Cipolletti, homónimo a la estación de trenes y en honor al ingeniero.