Una vez instalado en Europa, con el objetivo de asegurarle una buena educación a su hija, entre otros, siguió trabajando para asegurar la Independencia. El 23 de abril llegó al puerto francés de El Havre. Su presencia despertó sospechas: sus papeles fueron incautados y revisados por sus antecedentes revolucionarios. Pero sus documentos le fueron devueltos. El 4 de mayo se embarcó con su hija a Inglaterra. Poco después se radicó en Bruselas, más tarde escribiría las famosas Máximas para su hija.