Juan Manuel de Rosas emite un decreto que prohíbe a los buques mercantes la navegación de los ríos Paraná y Uruguay, y el mismísimo puerto de Motevideo, luego de que los franceses habían terminado su primer bloqueo el año anterior. Hizo extensivo esto desde la Isla Martín García donde se colocó una guarnición permanente, hasta las inmediaciones del puerto de Motevideo.